Scrum Master como soplador de brasas

El Scrum Master como un soplador de brasas

Federico Cayrol
3 min readSep 9, 2018

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Scrum Master, coach de equipo, facilitador, agilista de equipo, ponle el nombre que quieras, el propósito de esta persona es aprender a ser un líder , cuya función principal es liberar el potencial de sus equipos, señalando la dirección con su dedo guía hacia un propósito más grande que ellos, con la cabeza en el cielo y los pies sobre la tierra.

De todas las definiciones que encontré sobre los Scrum Master, la de “soplador de brasas” es uno de los que más me gusta. Lo escuché por primera vez en un taller con Martin Alaimo , y más tarde lo leí en un libro de Leonardo Wolk, casualmente titulado , “Coaching el arte de soplar brasas en acción” , aquí comparto la historia.

Historia: La lección del Fuego

Un hombre que regularmente asistía a un grupo dejó de participar en sus actividades sin previo aviso.
Después de algunas semanas, el líder del grupo decidió visitarlo. Era una noche muy fría.

Encontró al hombre en su casa, solo, sentado frente a un hogar donde ardía un fuego brillante y acogedor. Anticipando la razón de su visita el hombre dio la bienvenida al líder, lo invitó a sentarse junto al fuego y permaneció quieto, esperando.
El líder aceptó la invitación y, sin decir palabra, se sentó, confortablemente.

En silencio contemplaba la danza de las llamas en torno de las brasas de leño que ardían.
Al cabo de algunos minutos, siempre en silencio, el líder seleccionó una de ellas, la más incandescente de todas y la separó del resto de las brasas ardientes. Se acomodó en su silla y permaneció callado.

El anfitrión prestaba atención a cada uno de sus actos con fascinación y quietud.
Observó así como la llama de la brasa solitaria disminuía hasta apagarse de una vez.
En poco tiempo, lo que antes era una fiesta de luz y calor ahora no pasaba de ser un carbón cubierto de cenizas.

Ninguna palabra fue dicha desde el protocolar saludo inicial entre los dos hombres.
El líder se incorporó aprestándose a salir. Tomó entonces el trozo de carbón colocándolo nuevamente en medio del ardiente fuego. Casi de inmediato volvió a encenderse alimentado por la luz y el calor de las brasas ardientes en torno a él.

Ya en la puerta y antes de que el líder se retirara dijo el anfitrión:
— Gracias por tu visita y hermoso mensaje; muy pronto estaré de regreso junto al grupo. Dios te bendiga

Reflexión

Para los miembros de un grupo: vale tener presente que ellos hacen parte de la llama. Lejos del grupo pierden el brillo y el grupo pierde la generosidad y el regalo de su presencia y energía.

Para los líderes: vale recordar que son responsables de soplar las brasas y colaborar para mantener encendida la llama de cada uno promoviendo la unión para que el fuego sea fuerte, eficaz y duradero.

Gracias nuevamente por llegar hasta aquí.

Hasta la próxima.

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